La dificultad para diagnosticar el déficit de atención , la hiperactividad e impulsividad siguen siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan las personas que presentan síntomas de esta enfermedad.
La falta de formación entre los especialistas de atención primaria y de educadores y el desconocimiento de los padres contribuyen a confundir el trastorno con conductas y actitudes perezosas.
Se calcula que entre un 3% y un 6,5% de los escolares están afectados por este trastorno que, si no es tratado correctamente, merma el rendimiento escolar y les dificulta en sus relaciones sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario